- Sois muy afortunado - comentó-. Estáis demasiado débil para correr.
- ¿Y eso qué quiere decir? - preguntó con brusquedad el caballero.
Merlín sonrió por respuesta.
- Una persona no puede correr y aprender a la vez. Debe permanecer en un lugar durante un tiempo.
- Sólo me quedaré aquí el tiempo necesario para aprender cómo salir de esta armadura- dijo el caballero.
- Cuando hayáis aprendido eso- afirmó Merlín-, nunca más tendréis que subir a vuestro caballo y partir en todas direcciones.
Robert Fisher
2 comentarios:
Recuerdo ese libro con mucho cariño, un libro amneno, entretenido y con mensaje.
La foto de ese camino me ha gustado.
Un besito
¡Hola Esther!: Me gustan los libros que me hacen pensar; y a la vez, te dejan a gusto y contenta de haberlos leído. Éste es uno de ellos.
¡Feliz fin de semana!
Un abrazo.
Publicar un comentario