Me engulle el tiempo
como el fuego a la zarza.
Se me descubren misterios
que, con miedo, toco,
intentando llegar a su verdadero centro.
Nada hay más grande dentro de la perfección
que el ser imperfecto dentro del engranaje
que se mueve, impulsado por esas manos invisibles
como el fuego a la zarza.
Se me descubren misterios
que, con miedo, toco,
intentando llegar a su verdadero centro.
Nada hay más grande dentro de la perfección
que el ser imperfecto dentro del engranaje
que se mueve, impulsado por esas manos invisibles
que lo sostienen con amor y confianza.
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