Que tu vida discurra tan apaciblemente como un río.
Que tu despertar al día sea con alegría.
Que la espera de lo que buscas y deseas sea gozosa, llevadera... gratificante.

Gracias por visitar el blog. Un abrazo.

María José.

INSTANTÁNEA














Este domingo vi por el paseo marítimo a una familia: los padres, el hermano mayor (de casi 5 años) y las hermanas pequeñas (mellizas), de dos años y medio. Era como una estampa de esas que te quedan imborrables para siempre en la retina.
El padre ayudaba a una de las mellizas a subirse a la bicicleta de su hermano mayor, que los miraba sonriente. La hermana y la madre esperaban también a que ésta estuviera bien agarrada de la bicicleta (pues le quedaba grande)para poder seguir paseando. O esa fue mi percepción, mi pensamiento... al ver esa instantánea.
Fue como retroceder en el tiempo. Volví a mis padres, a mi hermano mayor, a mi hermana de mi misma edad... a mí.
Iba con mi madre. Me imagino que ella sintió también lo mismo que yo porque su comentario al verlos fue:
-¡Esos niños me recuerdan a cuando vosotros así de pequeños!
Y, sin pensárselo dos veces, se adelanto a mí y fue a saludar a la familia. ¡Mi madre es así de espontánea e imprevisible!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que alegría de madre tienes, enhorabuena. Es bonita la espontaneidad.
Besos.
Limonchela

María José dijo...

¡Hola!: Sí,mi madre es así.
La verdad es que gracias a ella tengo muchos momentos imprevisibles. Es bonito y agradable poder vivirlos con ella.
Un abrazo.