Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular su sabia. Raíces y copa han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas: sólo así podrás ofrecer sombra y reparo, sólo así al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y de frutos.
Susanna Tamaro
2 comentarios:
Me recuerda a aquella frase que dice: "Cada uno recoge lo que siembra". A veces se es raíz, otras copa hasta que se descubre que es más equilibrado si se tiene todo en cuenta. También se necesita de paciencia para conseguirlo y antes de experiencia para lograrlo, y primero de disposición para escuchar qué es lo que la vida te va contando. Es como un gran cuento, el de cada uno. A veces se vislumbra esa magia de estar en sintonía, como el árbol con la naturaleza, tan solo fluyendo, creciendo, madurando y puede que así los frutos vengan solos.
Preciosa reflexión la de la autora, buena selección.
Besos.
Limonchela.
¡Qué bonito lo qué dices! Has añadido mucho más a lo que expresa en su libro, Susanna Tamaro.
¡Feliz semana! amiga.
Un abrazo.
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