Todo se hace previsible.
Todo se hace vulnerable.
Todo se va haciendo simple. A veces,
hasta imagino tocar preguntas
que parecen cantar,
acompañando al viento.
Todo se hace impredecible.
Todo se hace superable.
Y si buscara respuesta a todo,
la pregunta dejaría de existir
como la brisa que se queda adormecida
al abrigo de una tarde frágil.
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