El alma del poeta danza y delira
sobre la ola de la vida,
entre el clamor de vientos y mareas.
Y cuando el sol esconde su frente
y el cielo entristecido cae sobre el mar
como los párpados sobre los ojos fatigados,
el poeta,
dejando su pluma y con la cabeza en la mano,
deja huir su pensamiento
hacia el abismo del silencio,
hacia la niebla del eterno secreto.
Rabindranath Tagore
2 comentarios:
Hola María José.
Has elegido un precioso poema hoy. Bonita descripción del quehacer de un poeta.
¡Feliz Año!
Un abrazo.
Maat
¡Hola Maat!: Este poema me gusta mucho. Por eso lo he traído a mi blog. ¡Feliz fin de semana! Un abrazo.
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