Que tu vida discurra tan apaciblemente como un río.
Que tu despertar al día sea con alegría.
Que la espera de lo que buscas y deseas sea gozosa, llevadera... gratificante.

Gracias por visitar el blog. Un abrazo.

María José.

ABANDONO


Al detenerme
ante el escaparate de mi vida
en el recuerdo me reconocí.
Y… asustada
me aleje. Dándome la espalda,
sin mirar atrás,
me olvidé…
que me acababa de encontrar.

Ahora,
después de tiempo,
quizás... sea demasiado tarde
para recuperar lo que de mí… perdí
y hallé, una vez, nada más.

2 comentarios:

Lupe dijo...

Nunca es tarde. Hay que intentarlo todas las veces precisas. Hasta conseguirlo.

Bello poema.

Un abrazo.

Maat

María José Ouréns dijo...

Gracias Maat por tus palabras. No, nunca es tarde para recuperar lo que nosotros merece la pena conservar. Un abrazo.