Al detenerme ante el escaparate de mi vida en el recuerdo me reconocí. Y… asustada me aleje. Dándome la espalda, sin mirar atrás, me olvidé… que me acababa de encontrar.
Ahora, después de tiempo, quizás... sea demasiado tarde para recuperar lo que de mí… perdí y hallé, una vez, nada más.
2 comentarios:
Nunca es tarde. Hay que intentarlo todas las veces precisas. Hasta conseguirlo.
Bello poema.
Un abrazo.
Maat
Gracias Maat por tus palabras. No, nunca es tarde para recuperar lo que nosotros merece la pena conservar. Un abrazo.
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