Que tu vida discurra tan apaciblemente como un río.
Que tu despertar al día sea con alegría.
Que la espera de lo que buscas y deseas sea gozosa, llevadera... gratificante.

Gracias por visitar el blog. Un abrazo.

María José.

ESTAR


Hallé al silencio
bajo el dintel de mi puerta,
esperándome.
Dice
buscar mi abrigo.
Está cansado del ruido,
de los gritos,
de los malos modos.
De la vida
espera risas, voces en calma, música... armonía.
Y yo no sé qué responderle,
yo no sé cómo decirle que me siento contenta
porque tengo, "estoy"
en lo que me viene a buscar
y me encuentra.


3 comentarios:

Lupe dijo...

Hola Maria José.

Me ha encantado este poema. A veces, el silencio necesita un lugar en nuestro interior.


Quería preguntarte si tu libro se puede adquirir en más sitios además de ese apartado de correos.

Un abrazo.

Maat

Mareas dijo...

Querida María José, realmente me quedé impactada con la simpleza y la belleza interior de este poema. Después de leerte no me cabe duda que la poesía es un arte y no son tantos los que poseen el don de la palabra en el sentido de poder utilizarla como puente hacia el alma del otro. Felicitaciones por el buen empleo de ese don.

Si bien por lo que se ve en tu página sos una escritora de trayectoria, no voy a irme sin extender mi cordial invitación: Me presento,

Soy Denn, moderadora del portal literario Mareas del alma:
http//mareasdelalma.foroactivo.com

Somos un grupo de poetas reunidos en torno a un
denominador común: el amor a la poesía y desde allí la invitación.
Sería realmente un honor...un gran honor para todos nosotros contar con una
escritora de tu jerarquía, dentro de nuestro núcleo, para enriquecernos,
aprender y soñar en un ambiente sano y de armonía.

Mil disculpas por la molestia, ojalá pueda encontrarte allí María José, resulta inevitable estar frente a "un grande" de las letras y no extender esta humilde invitación a nuestro portal.

Un besito para vos y gracias por la atención que me has dispensado

Denn

María José dijo...

¡Hola Denn!: Gracias por tu invitación. En este momento de darte respuesta, aún estoy anonadada por tus elogios. Soy una persona
a la que este tipo de comentario la deja
sin saber qué responder. Permíteme por ello
tomarme un tiempo para pensarlo. Te agradezco
enormemente tu invitación. Un abrazo.