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Entré en el silencio de un espejo
para buscar
para buscar
el reflejo de mi esencia.
Pero...
Pero...
apareciste tú para mirarme.
Y el espejo…
el espejo, para mirarte a ti,
se tornó
en amor… resplandeciente.
Y el espejo…
el espejo, para mirarte a ti,
se tornó
en amor… resplandeciente.
2 comentarios:
Cuánto contenido en tan precisas palabras. Mucho hablamos del amor últimamente. Espero que no haya llegado la primavera y yo no me haya enterado.
Ahora en serio, me gusta esa imagen de resplandor, la mirada que nos devuelve nuestro propio pensamiento.
Un beso
Jajajaja Saray. No. No ha llegado la primavera. Pero estoy en el verano, que también me hace feliz. Una pequeña parte de este amor del que hablo también va para ti. Un abrazo. Y gracias por tu comentario tan acertado, como siempre.
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