Esta fofucha me la regaló una amiga. ¿A qué da ternura verla? Además... personalizada; lo que tiene más mérito aún.
Cuando me llegó no podía parar de reírme viendo el bolso, que es clavado a uno que yo tengo -pues ella, antes, me había pedido que le enviara fotos de algunos de mis bolsos. También le dije que me gustaba mucho llevar vaqueros, gargantillas y pulseras. Lo de leer ya lo sabe. ¿Y lo del paraguas? ¡Fue mucho! Jajajaja. ¡Claro, cómo siempre estaba diciéndole qué no paraba de llover!
Me ha encantado. La tengo sobre el scaner para poder verla siempre que esté delante del ordenador. Creo que es el mejor sitio para poder acordarme de mi amiga siempre que vea a la muñeca.
Y, por último, no quiero pasar sin decirle aquí a ella: ¡Gracias, siempre, por ser tan buena amiga!
2 comentarios:
Gracias ti siempre, por estar y sobre todo por "ser. Me alegro que te gustara la fofuchita que te hice con todo mi cariño.
Un abrazo, amiga.
¡Cómo no me iba a gustar! Jajajaja.
Siempre conservamos algo de las niñas que fuimos, ¿verdad? Y eso es lo que hace esta fofucha: sacar a la niña que llevo dentro y hacer que sonría.
Por eso y por otras cosas... ¡Gracias querida amiga!
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