La sidra se obtiene con la fermentación, total o parcial, del mosto de manzana.
Estrabón ofrece la primera referencia escrita a la sidra asturiana, hablando de su consumo en el año 80 antes de Cristo.
Escanciada con el brazo erguido, para que la caída sea brusca y el espalme perfecto. El espalme es la espuma que surge al golpear el líquido con el vaso.
La botella se coge con la mano derecha y el vaso con la izquierda, con los dedos pulgar e índice rodeando el vaso, y el dedo corazón en el fondo.
La sidra se vende por botellas, no por copas, que dan lugar a seis y siete culines. Cada culín se toma de un solo trago, no estando bien visto pasar unos minutos con el vaso de sidra en la mano. El vaso se comparte, aunque hoy en día muchas sidrerías ofrecen un vaso para cada persona. Si se comparte el vaso es costumbre dejar un poco de sidra en éste y verterla por el mismo lugar por donde se ha bebido para limpiar el rastro de espuma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario