Que tu vida discurra tan apaciblemente como un río.
Que tu despertar al día sea con alegría.
Que la espera de lo que buscas y deseas sea gozosa, llevadera... gratificante.

Gracias por visitar el blog. Un abrazo.

María José.

MI PEREGRINA










Ayer me encontré con una Peregrina que está haciendo el Camino de Santiago. Venía de Alemania –me dijo después- a su manera; pues sabía muy pocas palabras de español.

Le indiqué por dónde tenía que ir para llegar al albergue, pero me entendió mal cuando vi que cruzó un paso de peatones e iba en otra dirección.

Así que la seguí y la paré, desviándome yo de mi camino. Tenía prisa, pero por alguna razón sentí que eso era más importante que lo que yo tenía que hacer. Así que la acompañé hasta la misma puerta del albergue.

Hay una comunicación universal que no necesita de palabras. Ella sabía que yo la estaba ayudando; pero yo ignoraba la recompensa que iba a recibir.

-¡Ooooh- dijo cuando llegamos- el Albergue del Peregrino. Se giró hacia a mí; y sin palabras se quedó mirándome.

¡Si vieras la expresión de sus ojos! Tras los cristales de sus gafas apareció una emoción que reconocí. Era la alegría. La reconocí porque me la hizo sentir en ese mismo instante. Fue una alegría que su interior dejó aflorar para compartirla conmigo.

A continuación dijo:

– Muchas gracias-. Y, sin más, se giró y entró en el patio.

Creo que a esta peregrina nunca la olvidaré por este momento que me regaló, porque me hizo sentir que más allá de los idiomas, más allá de los caracteres y las personalidades, más allá de las palabras... existe un idioma interior que habla por si sólo cuando hay un verdadero encuentro entre personas.

¡Feliz ruta! ¡Feliz caminar! Peregrinos del mundo. Sobre todo... a los que dejáis aflorar vuestro interior de esta manera ¡tan sublime!



4 comentarios:

Encarna dijo...

Por que hay cosas que no están pagadas con nada, la sensibilidad, y el lenguaje de los ojos, son universales...
Besosssss amiga.

María José dijo...

¡Feliz fin de semana, Sarita!
Un beso.

Anónimo dijo...

Es uno de esos momentos de encuentros sencillos y mágicos.
Besos
Limonchela :)

María José dijo...

Sí, fue un momento así; por eso quise plasmarlo aquí para que no se perdiera en mi memoria como tantas otras cosas. Creo que valía la pena compartirlo.
¡Feliz semana, amiga!
Un beso.