Que tu vida discurra tan apaciblemente como un río.
Que tu despertar al día sea con alegría.
Que la espera de lo que buscas y deseas sea gozosa, llevadera... gratificante.

Gracias por visitar el blog. Un abrazo.

María José.

FRAGMENTO DE "DEVOCIONES PARA OCASIONES EMERGENTES"; de John Donne












¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?

¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?

¿Quién no presta oídos a una campana

cuando por algún hecho tañe?

¿Quién puede desoír esa campana

cuya música lo traslada fuera de este mundo?

Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.

Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.

Si el mar se lleva una porción de tierra,

toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio,

o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.

Ninguna persona es una isla;
la muerte de cualquiera me afecta,
porque me encuentro unido a toda la humanidad;
por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas;
doblan por ti.

John Donne

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me quedo con la frase: "Ningún hombre es una isla". Me reconforta.

Besos.
Limonchela.