En Oviedo, dentro del edificio conocido por todos como Calatrava, hay una tienda que tiene escritos dos fragmentos del libro La Regenta, a ambos lados de la puerta. Mientras los leía, pensaba en la maravillosa idea que tuvo alguien, cuando optó por adornar la pared de su comercio con cultura. Paso a continuación a transcribirlos para que veáis que es lo que me retuvo durante varios minutos, que me llevaron a recordar a alguien que en algún momento determinado de su vida escribió esto para que yo, hoy, pudiera leerlo. ¡Ojalá esta iniciativa fuera copiada por muchos!
"La heroica ciudad dormía la siesta. El viento sur, caliente y perezoso empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el norte. En las calles no había más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo, trapos, pajas y papeles, que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera, de esquina en esquina, revolando y persiguiéndose, como mariposas que se buscan y huyen y que el aire envuelve en sus pliegues invisibles".
Leopoldo Alas Clarín
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