Que tu vida discurra tan apaciblemente como un río.
Que tu despertar al día sea con alegría.
Que la espera de lo que buscas y deseas sea gozosa, llevadera... gratificante.

Gracias por visitar el blog. Un abrazo.

María José.

AÚN SANGRO


Hombres tendidos e inertes
por las esquinas de la vida...
esperan. Su destino
está maniatado por las orejas.

¡Nada ni nadie está a salvo!
(dicen).

¡Mentira!
responde la esperanza:
Yo...
¡aún sangro!


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