A veces uno toca un cuerpo y lo despierta
por él pasamos la noche que se abre
la pulsación sensible de los brazos marinos.
Y como el amor lo amamos
como a un canto desnudo
como al solo verano.
Le decimos luz como se dice ahora
le decimos ayer y otras partes-
Lo llenamos de cuerpos y de cuerpos
de gaviotas que son nuestras gaviotas.
Lo vamos escalando punta a punta
con orillas y techos y aldabas
con hoteles y cauces y memorias
y paisajes y tiempos y asteroides.
Lo colmamos de nosotros y de alma
de collares de islas y de alma.
Lo sentimos vivir y cotidiano
lo sentimos hermosa pero sombra.
Homero Aridjis
2 comentarios:
Bonitas palabras, sigo tu blog y te invito a seguir el mío, un saludo!
http://cofredelaimaginacion.blogspot.com/
Gracias Maribel. Bienvenida a mi Blog. UN abrazo.
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