Que tu vida discurra tan apaciblemente como un río.
Que tu despertar al día sea con alegría.
Que la espera de lo que buscas y deseas sea gozosa, llevadera... gratificante.

Gracias por visitar el blog. Un abrazo.

María José.

CUESTA














Ayer subí
por la cuesta de la inquietud
buscando llegar
hasta el final
la ascendí
con un nombre en los labios
pregunté
si existía de verdad.
Me dijeron que sí,
que la hallaría
donde todo brillase más
en la oscuridad
presurosa,
corrí
para poder encontrarme
por fin,
con mi amiga soledad.


2 comentarios:

Esther dijo...

Hay días que un poema te dice más que muchos poemas juntos. Hoy este poema me habló de la amistad, y de la amiga que siempre nos acompaña.
Un beso
Esher

María José dijo...

¡Hola Esther!:
Me alegro que te haya gustado. Cuando pensamos que estamos solos o todo se nos hace cuesta arriba, siempre hay alguien que se cruza en nuestro camino para decirnos que una luz nos espera en alguna parte. Un abrazo.