Alguien ha venido.
Me ha dicho que te has sumergido en un sueño
del que nadie vuelve;
que desde ayer los pájaros no cantan,
que lloran tu ausencia,
que se esconden de los rayos de sol
que los busca, siempre.
Y ahora...
ahora la niña de los ojos claros se muere de pena
porque no vas a volver,
porque no vas a volver a verla.
Alguien ha venido
y no eras tú.
No eras tú, amigo.
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